En vacaciones, vacare.

Vacaciones vacare

MyFriend, hay cosas que solo podemos hacer nosotros mismos. 

Podemos encontrar un buen cocinero y que nos prepare la mejor y más deliciosa comida durante una semana, un mes, o incluso años de nuestra vida, pero solo nosotros podemos detenernos a saborearla, a darle el tiempo necesario para masticarla y que realmente devenga sana y deliciosa. Y es que hasta un niño sabe que por muy sana y equilibrada que sea la comida, si no la masticas bien o la comes fuera de horas puede dejar de tener ese efecto tan beneficioso.

 

Lo mismo pasa con las vacaciones. Es decir, ese periodo donde poder hacer actividades que nos resulten placenteras y para las que normalmente no tienes ocasión, dejando atrás temporalmente las responsabilidades asociadas al cargo, rol o estatus personal y social.

Es curioso como la palabra vacaciones deriva del latín vacans, participio del verbo vacare: estar libre, desocupado, vacante (como un puesto de trabajo) y que la programación excesiva sea el problema más común en este periodo, especialmente si se trata de vacaciones de corta duración. Dónde frecuentemente se tiende a hacer extensos listados y olvidando que: “más cantidad no equivale a más calidad”. Saturar el tiempo disponible puede producirnos todavía más estrés del que ya vamos sosteniendo el resto del año.

 

Y lo cierto es que hay personas que se pasan todo el año pensando en la llegada de estos días. Piensan en todas las miles de cosas que quieren hacer esos días: donde ir, que ver, que hacer, y lo mucho que van a descansar, especialmente esto último…. Descansar. Y es que, de los 365 días que tiene el año, tenemos unos 22 ó 23 destinados a este fin. Si una persona se para a pensar, observa como esto representa alrededor de un 16% de nuestro tiempo anual.

 

El 84% restante, probablemente habrá consistido en la realización de auténticas piruetas para poder llegar a los objetivos en el trabajo, atender tus pendientes, tareas y actividades propias como gimnasio o cuidar de tus hábitos diarios y, por supuesto compaginarlo con el tiempo y ritmos de nuestras parejas, amigos, familia en general e hijos. Por eso, eventualmente es probable que al llegar estas fechas estés con una sensación de cansancio, agotamiento físico y mental mucho mayor.

 

Parece que el mundo actual es muy competitivo, hay que ser productivos, eficientes, correctos, tener un alto rendimiento, cumplir con fechas límite, hacer frente a situaciones difíciles, tomar decisiones, demostrar proactividad, renovarse, actualizarse continuamente… y eso todavía dificulta todavía más poder encontrar momentos de descanso, no es cierto?

 

Puedes incluso notar como el fin de semana se esfumará con tanta rapidez como las burbujas del refresco cuando llenamos el vaso, dificultando poder hacer eso que tanto anhelas: descansar. Podrías estar darte cuenta de la cantidad de veces que has hecho un sobreesfuerzo para poder llegar, por fin, al tan deseado 16% de las vacaciones, y paradójicamente, este tiempo acabe estando tan programado y estructurando que acaben siendo una prolongación del estrés y horarios tan rígidos como el de ese 84% y que por lo tanto, el descanso tampoco se acabe dando.

 

Yo no sé exactamente cómo vas a destinar unos días a estar libre, desocupado, vacante, sin plan preconcebido, sin horarios, a simplemente dejar que las cosas sucedan de acuerdo a nuestros ritmos naturales y el de las personas que te rodean. ¿Cómo te sentirías si hicieras todo eso en tu 16%?.

 

Si descansas correctamente en las vacaciones puedes gozar de todos los beneficios que estas aportan, de los cuales, a mí gustaría destacarte principalmente tres:

 

1. ¿Te acuerdas del cortisol que hable en mi vídeo? Al descansar, reparas el organismo de los daños provocados por el aumento de cortisol y la ansiedad de ese 84% del tiempo, permitiendo así la liberación de endorfinas y la activación de los circuitos neurales de recompensa, estimulándose además, la presencia de dopamina y serotonina en el cerebro.

 

2.Aumentas tu creatividad, pudiendo dar pie a la formación de nuevas estrategias e ideas que en tu agenda atareada no han podido surgir todavía.

 

3.Y por supuesto, ese desbloqueo mental que produce el descanso provoca una mejora de la capacidad de juicio y decisión, posibilitando el análisis completo de la información disponible y la posterior toma decisiones.

 

En conclusión, es probable que ya te hayas dado cuenta de que las vacaciones suponen una vía que provoca la felicidad en aquellos que son capaces de disfrutar del periodo de descanso vacacional. Durante esos días que nunca te falten estos ingredientes:

 

1. #Improvisación

Ser capaz de improvisar y adaptarse a los deseos y posibilidades es fundamental para una experiencia óptima de disfrute. Open mind ante los posibles imprevistos.

 

2. #Novedad

Haz cosas nuevas, esto te permite la adquisición de nuevos puntos de vista que pueden aportar grandes cambios a tu vida, aumentando tu creatividad.

 

3. #Dormir

Una buena noche de sueño puede hacer que te levantes positivo y optimista. De hecho, las personas que sufren de trastornos de sueño regulares tienen tres veces más probabilidades de sufrir un bajo estado de ánimo en comparación con las personas que duermen bien. Aprovecha para hacer esas siestas que de otro modo no puedes. La falta de sueño puede hacerte menos receptivo a las emociones positivas y puedes aumentar la probabilidad de desarrollar depresión.

 

Estos ingredientes permitirán aflorar los espacios de descanso en tus vacaciones, espacios donde lo más importante es el estar, el estar presentes, con el único propósito de poder masticar y saborear esa deliciosa comida y eso, solo puedes hacer tú.

Clara Vilaseca 

Socia de crecimiento y coach financiera Millennial

Para el desarrollo personal y profesional

Coaching Emocional y Coaching Financiero Online 

¡Transforma tu vida!

APRENDE, MEJORA Y AVANZA

«Solo cuando te conoces en profundidad decides quién quieres ser y cómo quieres vivir.»