MyFriend, sipor ejemplo imaginas a un futbolista, verás como este pasa el 90% de su tiempo entrenando y un 10% de su tiempo jugando. O igualmente, un piloto de Fórmula 1 dedica el 90% de su tiempo a dar vueltas al circuito y solo un 10 % a la carrera del Gran Premio.
Además, ya no es un secreto que, te plantees el objetivo que te plantees (mejorar tus habilidades de comunicativas para hablar en público, ganar confianza y seguridad personal o aprender una manera más óptima de regular tus emociones, etc…) vas a necesitar de los ingredientes clave para su consecución que se pueden resumir en tres:
preparación preparación y preparación.
Y no se si a ti también te ocurre, pero cada día escucho personas que dicen:
«Esto es muy difícil…», «esto es muy complicado…», etc. Pero observándolo con detenimiento ¿se trata realmente de dificultad o complicación? ¿o simplemente no forma parte de nuestra escala de valores?
MyFriend, si yo te pregunto:
¿estás comprometido con aquello que deseas?
¿estás dispuesto a destinar el 90% de tu tiempo para transformar, lograr o conseguir aquello que deseas?
Si tu respuesta es afirmativa, estás ready para iniciar un proceso de transformación.
Si tu respuesta es negativa, ¿cómo influye ese deseo en tu nivel de satisfacción general?
Y es que todo el mundo sabe que normalmente nos gusta y anhelamos aquello que no tenemos.
Pero ¿realmente lo quieres o te han dicho que lo tienes que querer?
Estas son cuestiones y preguntas que aparecen en un proceso de transformación.
Te voy a contar el caso de FitFriend.
Quiere mejorar sus hábitos para tener unos músculos más definidos porque piensa será más feliz cuando logre ese objetivo en su vida. Se frustra y no entiende porque de manera reiterada sabotea sus planificaciones para ir al gimnasio al menos, de 3 a 4 veces a la semana porque se considera una persona responsable.
¿Significa eso que FitFriend no quiere mejorar sus hábitos para hacer más deporte? No.
Pero en el proceso de transformación se ha dado cuenta de que en su escala de valores personales esta la FAMILIA, y que si destina el 90% de su tiempo a entrenar, en este caso su cuerpo, está dejado de entrenar, cultivar e incluso perdiendo contacto con relaciones que son importantes para FitFriend y esas son las que traen felicidad en esta etapa de su vida.
FitFriend transformado se ha mirado, escuchado y ha practicado la honestidad consigo mismo. ¿significa que ha dejado de querer sus músculos definidos? No, de hecho sigue entrenando y mucho, pero ahora es más feliz y no se frustra porque ha aprendido a hacer una gestión de expectativas y de tiempos más real y honesta consigo mismo y, lo más importante, ha tomado consciencia de que su orden de prioridades y cosas que le hacen feliz es diferente a lo que imaginaba.
MyFriend, coge tu lista de deseos y propósitos para el próximo año, escoge uno e imagínate ahora que para lograrlo tienes que destinar el 90% de tu tiempo ¿sigue latente tu deseo?
Entonces este 2020… aprende, mejora y avanza, porque solo cuando te conoces en profundidad decides quién quieres ser y cómo quieres vivir.