¿Cómo influyen las palabras positivas en tu bienestar?

Pensamiento Positivo

No conozco nada con más fuerza y más poder que la palabra.

La palabra es un recurso que nos es innato, la palabra nos diferencia de los demás seres vivos sobre la tierra; la palabra permite comunicarnos con los demás, nos permite entablar relaciones e incluso destruirlas, y con ellas, transmitimos tanto ideas como emociones; ¿no es cierto?

Y dime MyFriend…. ¿Cuántas palabras creés que puede tener una persona a lo largo de un día?

¿100, 1.000, 10.000, 1.000.000? ¿Muchísimas verdad?

Y esas palabras son palabras expresadas o pensadas? Ahí ya se complica la cosa eh….

Según estudios científicos de la Universidad de California (Barry Sterman (EE.UU.) 1963), se estima que una persona tiene alrededor de unos 60.000 pensamientos diarios….. En fin, lo que está claro es que si no son 60.000 serán tantos y tantos miles! Solo hace falta pensar en la cantidad de palabras que has usado hoy hasta este momento que estas leyendo este post…

Además, dichos estudios nos dicen que de esas 60.000 palabras pensadas, unas 25.000 en las mujeres y unas 10.000 en los hombres se convierten en palabras expresadas. 

Y claro, luego así uno por ejemplo, entiende el por qué, la duración de las llamadas telefónicas es mucho más extensa en mujeres que en hombres…

Hoy, gracias a la neurociencia, hoy sabemos con datos probados el impacto que las palabras tienen en nuestro interior.

es curioso, porque ya desde muy pequeña una persona empieza a estudiar gramática en la escuela, aprendiendo la sintaxis y la morfología, pero…. la gramática no tiene en cuenta el sentido de las palabras y el efecto que tienen en nuestra vida, concretamente me refiero a la semántica personal.

Así que gracias a la Neurociencia, ya sabemos que lo que como pensamos, sentimos. Es decir, que nuestros pensamientos (palabras) determinan nuestras emociones y que estas tienen una activación neuronal en nuestro cerebro.

MyFriend, piensa en una situación que te haya causado estrés esta reciente. ¿Quizás fue con tu jefe? Con tu pareja, vecinos, suegros o en ese grupo de redes sociales que se pone tan intenso?

Si ante esas situaciones te enfadaste y enfurruñaste, no solamente estuviste entrando en un espiral del que es probable que te costara mucho salir, sino que sin darte cuenta puede que te sorprendieras navegando en un mar de reproches, quejas o indiferencia que pudieron hacerte sentir tan fustigado o cansado, que por mucho que remaras no consiguieras llegar a buen puerto, incluso que nada de lo que hicieras o dijeras para salir de la tormenta, era suficiente.

Así que como si de una corriente marítima se tratará, sin darte cuenta, se produjo en tu cerebro, concretamente la parte prefrontal de tu hemisferio derecho, un aumento de cortisol. Y que además, hasta puede que ese malestar nos haya durado más de un día, meses o incluso años….

Cuantas veces nos hemos enganchado en bucles como: Ya está bien, es que tú te crees, es que me dijo esto, aquello y lo de más allá…

El cortisol es la hormona que se activa cuando estamos ante situaciones de emergencia o estrés, y al cerebro le da igual que sea real o no, basta con pensarlo. De esta manera, los pensamientos negativos produjeron en tu cerebro un aumento de cortisol, si se genera mucho cortisol, las neuronas expuestas mueren debido a la exposición de tanto estrés, si nuestras neuronas mueren y las que tenemos continúan estresadas, no solo nos ahogamos en estados de desmotivación y negatividad, sino que además, tomamos malas decisiones porque todo se produce en la misma región cerebral. Y no lo digo yo, lo dice la neurociencia.

Las investigaciones de la Asociación de Neurólogos Europeos, prueban que más del 60% de las personas que utilizan palabras positivas tanto en su lenguaje interno como externo, tienen un nivel de bienestar y felicidad mayor.

Esto es debido a que, el pensamiento positivo aumenta el nivel de endorfinas. Las endorfinas las llamadas neuronas de la felicidad, como más endorfinas, más testosterona, la hormona de la confianza, y cuanta más confianza más motivación y sensación de bienestar mayor.

 

Llegados a este punto entendemos que tenemos en nuestras manos la oportunidad de cambiar nuestro discurso interno, nuestro pensamiento.  Y no quiero que pienses ahora mismo en todas las palabras negativas y diálogos de autoexigencia que has tenido contigo mismo y que pudieron haber tomar otro rumbo…

Dependiendo de qué palabras escojas, la corriente pueden llevarte a buen puerto o no, de modo que es importante elegir las palabras con cuidado porque lo puedes aplicar en cualquier situación! Con tu pareja, amigos, reunión de trabajo. Al fin y al cabo es muy reconfortante saber que tienes en tus manos la posibilidad de elegirlas. Y además son gratis!!! ¡Piénsalo!

Cuando uno se queja o gruñe, ese es el tipo de día que va a tener, se está predisponiendo para eso, y lo sabes… En cambio cuando uno se entrega palabras bonitas, se predispone a tener un día maravilloso y todos queremos tener cerca personas, con días maravillosos.

Yo antes me decía cosas como “bufff otra vez me ha salido esto mal, siempre igual, que torpe que soy”, hoy me digo cosas como “Esta bien Clara, tampoco es el fin del mundo”. Y si a pesar de eso, me cuesta desengancharme de ese bucle, pido ayuda.

Como me decía mi abuelo: Que no te falte nunca el sentido del humor! Que no te falte nunca la sonrisa porque cuando pierdas esto, lo habrás perdido todo.

Incluso esta palabra, WOW, no dice nada pero a la vez tan poderosa!

No conozco nada con más fuerza y más poder que la palabra.

 

MyFriend, sea como sea tu nivel de autoexigencia y perfeccionismo contigo mismo, sé consciente de tus palabras, aprende, mejora y avanza, porque solo cuando te conoces en profundidad decides quién quieres ser y cómo quieres vivir.

 

Clara Vilaseca 

Socia de crecimiento y coach financiera Millennial

Para el desarrollo personal y profesional

Coaching Emocional y Coaching Financiero Online 

¡Transforma tu vida!

APRENDE, MEJORA Y AVANZA

«Solo cuando te conoces en profundidad decides quién quieres ser y cómo quieres vivir.»