El antídoto de la Vergüenza y la Timidez

Antídoto vergüenza y timidez

MyFriend, no trates de eliminar u ocultar la vergüenza, sino de hacer crecer un sentido más afectuoso, razonable y productivo de ti mismo.

La vergüenza es la emoción social por excelencia y al decir emoción social nos referimos a que: no se nace con vergüenza, se aprende. Se aprende generalmente en el contexto familiar, los amigos, la escuela y el contexto social.

Y hace referencia a la experiencia de ser uno mismo incorrecto o inadecuado. Actúa como una fuerza intensa y a veces desconocida, que quebranta nuestra confianza y la identificación con nosotros mismos, debilitando así nuestra autoestima, inhibiendo la interacción social y acentuando la rigidez y las posturas defensivas.

La vergüenza es un sentimiento penoso de pérdida de dignidad, por alguna falta cometida por uno mismo. También puede desencadenarse por la humillación o un insulto. En ambos casos experimenta vergüenza cuando uno siente que es el culpable. La vergüenza es una reacción negativa que se dirige a uno mismo. Se caracteriza por la rabia, desagrado y desaprobación de sí mismo. En el fondo es un tipo de ansiedad social y por lo tanto se sitúa en torno al miedo.

En inglés la vergüenza se distingue entre shame y embarrasment.

SHAME: es la vergüenza que sentimos por haber hecho algo malo moralmente. Por ejemplo hacer trampas, hurtar engañar, perjudicar a alguien, un comportamiento incívico….

EMBARRASMENT: se refiere a la vergüenza por haber hecho el ridículo en lo que se puede considerar una situación embarazosa. Por ejemplo en un acto público una persona hace un movimiento brusco y se rasca la parte trasera de los pantalones ante la mirada de un considerable grupo de gente. Esta persona no ha hecho nada moralmente. Aunque es una vergüenza distinta de la que se puede sentir por el hecho de haber hecho algo condenable moralmente.

El afrontamiento de la vergüenza debe pasar por superar 3 elementos:

 sentimientos de culpabilidad o inferioridad injustificados, baja autoestima y timidez.

Naturalmente esto se refiere a cuando estamos hablando de la vergüenza embarrasment. Cuando se trata de la vergüenza moral, shame, de lo que se trata es de prevenir tener que sufrir esta emoción mediante comportamientos éticos.

Por otro lado, la timidez puede considerarse como una respuesta de la vergüenza. Por ejemplo en un proceso de psicología coaching el psicólogo puede observar como a una persona le da vergüenza hablar en público.

La mayoría de las personas tiene algún grado de timidez que se puede manifestar en determinados contextos. Solamente hace falta descubrir en qué situaciones una persona se puede sentir tímida. Algunas lo serán por el simple hecho de tener que hablar con una persona desconocida, para otra será el tener que hablar en público. Aunque solamente sea tener que hacer una pregunta en una conferencia o en una clase. El denominador miedo escénico en el fondo es un tipo de ansiedad, se puede considerar como un caso particular de timidez.

 

En cualquier caso se caracteriza por una tendencia estable y fuerte a evitar el contacto social o escapar de él.

Se han identificado dos tipos de timidez:

-1-

La que se refiere a porque pueden ser un peligro.

-2-

La que procede de la ansiedad de la evacuación social. La cual, es un patrón de conducta caracterizado por un déficit o inadecuación de relaciones interpersonales.

Se observa que por lo general, las personas que sienten timidez suelen tener un pensamiento distorsionado de la realidad en las que piensan cosas como por ejemplo:

-No puedo permitirme el menor error

-Si no soy querido por los demás no lo puedo soportar

-Yo no sirvo para esto, todos me están observando.

Así mismo, es interesante comentar que la timidez está relacionada con la introversión. En las personas extrovertidas es menos frecuente pero no significa que no ocurra.

El movimiento corporal cuando la persona siente vergüenza o timidez es de contraerse, esconderse, por eso, el opuesto polar de la vergüenza es el orgullo en cuanto al movimiento físico se refiere. Una persona orgullosa de sí misma tiene un sentimiento bueno, brillante, cálido. Hincha el pecho “mírame, estoy bien”. Quiere ser oído, visto.

A la vez, otra de las cosas interesantes es poder observar que las personas con tendencia a sentirse vergonzosas se identifican con el sí mismo ideal más que consigo mismos tal y como son. Es decir, tienen en su mente una imagen de cómo debería ser para ser aceptable.

Suelen necesitar de amor y aprobación externa, pero al aislarse precisamente lo que le impide es que pueda asimilar las necesidades que la sensación desagradable que le produce. Por paradójico que parezca, en el encuentro está la salvación.

 

El antídoto:

– Reconocer tu vergüenza y timidez.

– Reconocer errores y debilidades y sin que eso afecte directamente tu autoestima.

– Conectar con la humildad de su ser, con tus valores  y necesidades.

– Permítete ser visto y oído

 

MyFriend, no se trata de eliminar la vergüenza, sino de hacer crecer un sentido más afectuoso, razonable y productivo de ti mismo.

Clara Vilaseca 

Socia de crecimiento y coach financiera Millennial

Para el desarrollo personal y profesional

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