1. Ley de la familiaridad

Cuanto más tiempo pasamos con una persona más posibilidades hay de que nos guste. Como dice el refrán, el “El roce hace el cariño”, Si no tenemos contacto frecuente con una persona es imposible que nos podamos enamorar y menos que pensemos en ser su pareja.

También hay un refrán que dice que “la confianza da asco”, y es que al pasar tiempo juntos lo que puede ocurrir es que las personas se enemisten según pasan más tiempo juntos, pero según Shpancer esto es sólo la excepción que confirma la regla.

2. Ley de la atracción física

Por mucho tiempo que pasemos por una persona no nos gustará si no la encontramos atractiva. El físico influye.

3. Ley de la personalidad

Se han identificado dos rasgos de personalidad que hacen a una persona particularmente atractiva: la competencia, es decir, el nivel de inteligencia y habilidades sociales de una persona; y su “calidez”, es decir, su capacidad para ser cercana y cariñosa. De esta manera, si eres sabio y afectuoso ligarás con más facilidad.

4. Ley de la proximidad

Si has tenido una relación a distancia, sabrás que o las partes se juntan pronto o el noviazgo es muy probable que fracase estrepitosamente. Lo habitual es que la pareja que escojamos sea alguien que tengamos cerca, al que poder ver con cierta frecuencia.

5. Ley de la semejanza

Es cierto que nuestra pareja no tiene porque ser exactamente igual, pero al menos tiene que compartir ciertas aficiones, valores e inquietudes. Si podemos elegir ente varias personas (como así hacemos todos) preferimos a alguien que tenga cosas en común que a una persona que sea muy distinta.